ODONTOPEDIATRÍA

Sabemos lo difícil que resulta encontrar un profesional que trate a tus hijos de una manera personalizada.  La Clínica Dental Calero y Peral está especialmente pensada para los más pequeños: área de juego, cuentos, regalos especiales… y lo que a ti más te importa: un equipo dirigido por el Dr. Sánchez Calero, especialista en odontopediatría formado en Barcelona y con cientos de niños tratados, que sólo piensa en la salud y el bienestar de tus hijos. Una gran experiencia en niños con aversión al dentista, a tratamientos complejos y traumatismos dentales. Todo ello en un ambiente de cariño y alegría, para que tus hijos estén deseando volver a revisión con una sonrisa.

La visita al dentista para los niños no puede ser una rutina médica ni, mucho menos, una mala experiencia. Los niños son niños y merecen una atención especial, por esa razón cuando nos visitan nuestros pequeños pacientes, buscamos comprenderles y que se sientan cómodos, para que confíen plenamente en nosotros.

Los primeros objetivos de estas visitas por parte de los pequeños es darles consejos sobre el cuidado dental, que luego sus padres deben intentar fomentar en casa. Además, buscamos prevenir cualquier problema que pueda surgir en el futuro, para que disfruten de su dentadura perfecta por mucho tiempo.

No obstante, como es lógico los niños también pueden requerir la intervención odontológica en diferentes situaciones. Estos son los tratamientos más frecuentes en odontología para niños:

  • Selladores de fosas y fisuras para prevenir caries
  • Tratamientos sobre traumatismos accidentales (rotu.ra de dientes).
  • Obturación (empaste cuando se produce una caries).
  • Pulpotomías (actuar sobre un diente temporal infectado).
  • Ortodoncia (corrección del crecimiento de los dientes).
  • Tratamientos de flúor.
  • Mantenedores de espacio cuando falta alguna pieza.

Preguntas más frecuentes en odontología para bebés

No. El calcio necesario para la formación de los dientes de tu bebé proviene de una alimentación balanceada, nunca de tus dientes.

A partir de la sexta semana de embarazo y siguen desarrollándose hasta erupcionar en la boca. Por ello es tan importante la alimentación de la embarazada; cualquier problema de salud de la madre o del bebé durante este periodo podría afectar la estructura de los dientes temporales. Por ejemplo, los bebés prematuros y/o con bajo peso al nacer, tienen más probabilidades de presentar alteraciones del esmalte que los nacidos a término.

Los dientes permanentes se empiezan a formar poco antes del parto hasta alrededor del tercer año de vida del niño. Por ello algunas enfermedades o medicaciones en la primera infancia pueden repercutir sobre la formación del esmalte de los dientes permanentes.

No. Se desconocen los efectos en el feto del flúor sistémico prenatal. Únicamente, los efectos tópicos del flúor del tipo enjuagues, geles y barnices han probado ser los únicos beneficiosos.

Sí, es de vital importancia porque:

  • La succión del pecho es una actividad esencial para el correcto crecimiento y desarrollo de su boca.
  • Los niños que tienen una lactancia materna adecuada presentan menos problemas de maloclusiones (malas mordidas) que los alimentados con biberón desde los primeros meses.
  • La leche materna contiene anticuerpos responsables de la defensa de su organismo.
  • La lactancia le proporciona satisfacción, placer y seguridad.

No necesariamente. La leche materna, por el hecho de tener lactosa, es cariogénica como el resto de azúcares que se ingieren en la dieta. Sin embargo, hemos de recordar que el factor principal para la aparición de caries precoz es, aparte de la ingesta de azúcares, la falta de limpieza de los dientes sin seguir los protocolos establecidos.

Por ello, si la lactancia materna es a demanda durante la noche, y además, la madre no limpia los dientes de su bebé después de la toma, el bebé tiene muchas más probabilidades de desarrollar caries.

  • Intenta que el orificio del biberón tenga un flujo similar al de los senos maternos para que el bebé realice los ejercicios de succión necesarios.
  • Nunca añadas azúcar, miel, endulzantes o cereales al biberón. Los zumos deben ser ofrecidos en tacitas, no en biberón.
  • A partir de la erupción del primer diente, evita el biberón nocturno. De no hacerlo, es muy importante que realices la limpieza bucal antes de que tu bebé se duerma.
  • El biberón debe limitarse a los 12-18 meses de vida. A partir de esta edad, intenta que tu hijo beba todos los líquidos de una taza.
  • No recomendamos el uso del chupete ya que la lactancia materna suple todas las necesidades de la fase oral.
  • De ser utilizado, el chupete debe limitarse a los 18-24 meses de edad ya que existe una fuerte asociación entre este hábito y la alteración en la posición de la lengua, que puede ocasionar maloclusiones (malas mordidas).
  • La succión del dedo es un hábito reflejo y natural en muchos bebés durante los primeros meses de vida (inclusive dentro de la barriga). Sin embargo si persiste, se convierte en un hábito muy difícil de eliminar y a largo plazo ocasiona graves secuelas en la mordida de tu hijo.
  • Si tu hijo tiene más de 3 años y aún se chupa el dedo, consulta al odontopediatra para que te asesore.

No. La caries es una enfermedad crónica a causa de una disbiosis azúcar dependiente que depende de muchos factores, principalmente: poca higiene bucal, transmisión temprana de bacterias de la saliva materna, dieta rica en azúcares, alimentación nocturna, visita tardía al odontopediatra, etc..

Para evitar la transmisión de bacterias de tu boca (en especial si has tenido alto índice de caries), evita: compartir utensilios con tu bebé (cucharas, cepillos dentales); limpiar el chupete con tu saliva; darle besos en la boca y soplar directamente sobre su comida para enfriarla.

  • Porque una boca libre de caries en la infancia está directamente relacionada con una boca sana en la edad adulta. Si quieres que tu hijo sea un adulto sin caries, ¡cuida sus dientes de leche!
  • Si existe una infección en los dientes de leche, los dientes permanentes que se encuentran justo por debajo, se pueden ver afectados.
  • Porque los dientes de leche sirven para que tu hijo mastique bien, hable correctamente, para mantener el lugar para los dientes permanentes. Además, una sonrisa sana ayuda en el desarrollo de su autoestima.
  • Dolor intenso, visitas de urgencia y hospitalizaciones por infección facial.
  • Disminución en el desarrollo físico.
  • Coste elevado de tratamiento.
  • Mayor índice de caries en los dientes permanentes.
  • Afectación de los dientes permanentes (del esmalte, del camino de erupción, de la posición de éstos en la arcada, etc).

¡Empieza ya!

  • Idealmente antes de la erupción de los dientes de leche; masajea sus encías con una gasa o un pañito limpio humedecido en agua.
  • Una vez hayan salido sus dientes de leche, la limpieza con pasta dental es obligatoria. Utilizar una pasta con 1000 partes por millón (ppm) de flúor en cantidad “grano de arroz”, al menos dos veces al día.
  • A partir de la erupción de sus muelas (18-24 meses) pasar un hilo dental entre las zonas de contacto de éstas, cada noche.
  • Recuerda que los niños hasta los 7-8 años no tienen la habilidad suficiente para realizar una higiene bucal eficaz solos, por lo que es responsabilidad de los padres o los cuidadores supervisar y repasar el cepillado.
  • En niños entre 6 meses y 3 años, cepillarse los dientes un mínimo de 2 veces al día con una pasta dental de 1000 partes por millón (ppm) de flúor en cantidad mínima; esto es tamaño “mancha” o “grano de arroz”.
  • Para niños entre 3 y 5 años, cepillarse los dientes un mínimo de dos veces al día con pastas dentales de 1000 ppm de flúor en cantidad guisante.
  • A partir de los 5 años, cepillarse los dientes un mínimo de dos veces al día con una pasta de dientes de, como mínimo 1450ppm y tamaño “guisante”; aproximadamente, la anchura del cabezal del cepillo.
  • El flúor tópico es una excelente herramienta para proteger al esmalte del ataque ácido bacteriano y reducir el riesgo de caries de los niños.
  • Sin embargo, el odontopediatra debe evaluar el riesgo individual de caries de tu hijo para decidir sobre el tipo y frecuencia de administración.
  • Idealmente, antes de su primer cumpleaños y, en su defecto, en el primer aniversario.
  • Recuerda que debes ir al dentista para que te enseñe las herramientas de que dispones para intentar que tu hijo nunca padezca caries dental, no para tratarlo.
  • Los consejos y el asesoramiento temprano del odontopediatra te ayudarán a que nunca sufra de un dolor de muelas o deba pasar por una anestesia dental.

Odontopediatría

La odontopediatría es la rama de la odontología especializada en la salud bucodental de los niños.

Los dientes temporales (de leche) cumplen unas funciones importantes además de la estética: permiten la masticación, la fonación y el correcto desarrollo de los maxilares donde se alojarán los dientes permanentes.

Además, las alteraciones en los dientes temporales pueden tener consecuencias en los definitivos.

Es necesario también tratar los dientes para impedir el dolor que pueden provocar las caries en el niño.

Si el diente de leche desaparece por la causa que sea (caries o traumatismos) antes de tiempo, es necesario poner algún tipo de aparato que conserve el espacio, hasta la salida del futuro diente permanente.

La pulpotomía y la pulpectomía son dos tratamientos que se realizan cuando la caries ha llegado tan profunda que afecta al nervio o pulpa del diente. La finalidad de la pulpotomía es mantener la pulpa de la raíces sana, sin dolor, inflamación o presencia de reabsorciones radiculares.

¿Qué las diferencia?

La pulpotomía es un tratamiento cuyo objetivo es extraer la parte de la pulpa dentaria (tejido nervioso del diente) que ha resultado dañada y conservar el resto para proceder a la reconstrucción del diente. De este modo, evitamos síntomas como dolor, sensibilidad, inflamación y que se produzca una reabsorción radicular. La pulpotomía no afecta a la erupción del diente definitivo.

La pulpectomía, en cambio, se realiza en dientes con caries importantes. Consiste en la eliminación total de la pulpa, incluyendo el interior de la corona (parte visible del diente) y las raíces, para luego sellar y reconstruir el diente. La diferencia fundamental con la pulpotomía es que en esta última solamente se elimina el tejido de la corona y no de la raíz del diente.

Estas soluciones no duelen porque se realizan con anestesia. Nuestro odontopediatra se encarga de que la visita no sea traumática, sino que sea una experiencia agradable para los niños.

Es una medida preventiva frente a la caries dental, que consiste en la colocación de un material a modo de barrera protectora para impedir que los restos de alimentos y placa dental se queden pegados en los surcos y fisuras de caras oclusales de las muelas, de este modo se consigue reducir la posibilidad de formación de caries en estas zonas, que son las más favorables para su desarrollo.

El material que se utiliza se queda “pegado” a la superficie de las muelas protegiendo así estas zonas que son las más susceptibles de padecer caries.

Los selladores de fosas y fisuras tienen dos efectos preventivos fundamentalmente:

  • Barrera física que impide los depósitos de alimentos y bacterias sobre las fosas y fisuras de las muelas.
  • Facilitan la limpieza con el cepillado dental, por lo que siempre es un método preventivo, complementario del cepillado diario.

¿Cuándo es el momento de hacer un sellador de fosas y fisuras?

Para la colocación de los selladores es imprescindible que las muelas estén completamente erupcionadas, que no presenten caries y que su erupción en boca sea adecuada para ver bien su anatomía

¿Cómo se realiza un sellador?

La técnica de colocación de los selladores es sencilla, es un procedimiento que no necesita anestesia, pero si es necesario realizar un aislamiento que evite la contaminación con la saliva, de lo contrario se compromete el éxito del mismo.

Primero se debe acondicionar la superficie del diente para que posteriormente la resina liquida pueda quedarse pegada en la zona, se utiliza una luz de fotopolimerización para que la resina endurezca rápidamente.

Tras su colocación no es necesario esperar para poder comer o beber.